Ejercicio de Respiración Cerebral
Traducido por Grace Morales
Ejercicios de respiración para reducir la ansiedad y calmarse.
“Respira.
La respiración puede transformar tu vida.
Si se siente estresado y abrumado, respire.
Te calmará y liberará las tensiones.
Si estás preocupado por algo que se avecina o atrapado en algo que ya sucedió, respire.
Te traerá de vuelta al presente.
Si estás desanimado y ha olvidado su propósito en la vida, respire.
Te recordará lo preciosa que es la vida y que cada respiración en esta vida es un regalo que debes apreciar. Aprovecha al máximo este regalo.
Si tienes demasiadas tareas que hacer o estás disperso durante tu jornada laboral, respire.
Le ayudará a enfocarse, a concentrarse en la tarea más importante en la que necesita concentrarse en este momento.
Si estás pasando tiempo con alguien que amas, respira.
Le permitirá estar presente con esa persona, en el lugar de pensar en trabajar u otras cosas que necesite hacer.
Si hace ejercicio, respire.
Le ayudará a disfrutar el ejercicio y, por lo tanto, a seguirlo por más tiempo.
Si te estás moviendo demasiado rápido, respira.
Le recordará que debe reducir la velocidad y disfrutar más la vida.
Entonces respira.
Y disfruta cada momento de esta vida. Son demasiado fugaces y pocos para desperdiciar”.
Por Leo Babuta
Respiracion Cerebral
Cuando una habitación se siente cargada y es difícil respirar, ayuda abrir una ventana para que circule el aire limpio. Si bien nuestros cerebros realmente no respiran como nosotros lo hacemos, a vece nuestras mentes necesitan un poco de aire fresco.
Comience el ejercicio respirando regularmente, luego disminuya la velocidad y concéntrese en llevar respiraciones profundas y llena tu vientre y deja que esa respiraciones salgan lentamente por su boca.
Ahora, mientras inhalas, imagina que el aire fresco fluye hacia tu cabeza y gira alrededor de tu cerebro. Esta vez, en lugar de exhalar por la boca, deja que fluya por la nariz. Con tu próxima inhalación, imagina el aire recogiendo cualquier preocupación con ella y sacándola por la nariz a medida que sale. Aire fresco entra y sale el aire lleno de preocupaciones.
Con la siguiente respiración, imagina que el aire se vuelve un poco más fuerte, pero aún suave como un viento arremolinado. Imagina que entra el aire, acumulado cualquier cosa pesada y oscura en tu cerebro. Ahora imagine que esta vez el aire pesado y oscuro que escapa por la nariz y los oídos. No puede volver a entra, y lo único que queda es aire limpio y ligero. Si te duele la cabeza, imagina que también lo sacan.
Continúa respirando de esta manera hasta que imagines que todas tus preocupaciones, oscuridad o dolor se han alejado, dejando solo una mente clara y liviana.
Ejercicio adaptado de, Robin Alter Phd, Cpsyc y Crystal Clarke, RSW